Que el señor bendito que nació hace unos días, inunde de amor, paz y felicidad este nuevo año que hoy acabamos de comenzar. Desde lo más profundo de mi corazón os deseo un feliz año 2010, y que éste sea un nuevo año cargado de ilusiones unidas por una misma razón:
AMAR AL SEÑOR COMO ÉL NOS AMA.
Por eso, amantes de este bonito arte, abrir el ropero y buscar el costal, porque dentro de unos días nuestra ilusión volverá a brillar.
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